El escritor tinerfeño desvela cómo aprendió a leer y sus autores favoritos l Sus primeros libros los sacó del centro portuense
G. redondo 26.09.2013 | 02:00
El escritor y periodista tinerfeño Juan Cruz Ruiz donará su biblioteca personal, que actualmente consta de unos 12.000 ó 15.000 títulos, al Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC), de su ciudad natal, Puerto de la Cruz. Tras ese regalo –a título póstumo– el centro portuense le da un homenaje esta tarde en el que Juan Cruz, en la víspera de sus 65 cumpleaños, desvelará cómo aprendió a leer.
El escritor y periodista tinerfeño cuando era niño no tenía libros en su casa, «nuestra generación se hizo sin libros en casa», señala, y fue en la biblioteca del Instituto de Estudios Hispánicos donde sacó en préstamo sus primeros tres libros: Pequeñeces, de Luis Coloma; Oliver Twist de Dickens y uno de los viajes de Julio Verne. Se debe mucho a ese momento de su vida, por lo que el gesto de donar su biblioteca es, para él, «obligado».
En su infancia en Puerto de la Cruz no había sino esa biblioteca y le gustaría que «las generaciones futuras vivan en un lugar donde los libros sean accesibles y donde la gente pueda aprender, ya que leer es una manera de vivir mejor, más atentos, más serenos, más tolerantes y más radicales a la vez», remarca.
Esta tarde, a las 20:00 horas, dará
una charla en el centro portuense, titulada Oyendo a los otros, en la que contará cómo se hizo lector. Fue con un recorte de periódico del año 1956 con lo que su madre le enseñó a leer. «Aprendí con ella leyendo todos los días la misma página, una crónica de una inundación que se había producido en la isla de La Palma», rememora el autor que quedó impactado por aquel relato que venía ilustrado con la imagen de un hombre muerto.
Entonces, aprendió a leer y a escribir a la vez, gracias a este recorte y al sonido de la radio. «Además yo era el que escribía las cartas de los canarios que emigraron a Venezuela», recuerda Juan Cruz quien afirma que así aprendió mucho de escritura y de la vida. En su casa no sonaba sólo la radio, sino que las conversaciones de las costureras que cosían en su casa lo conectó con la oralidad que fue algo muy importante en su proceso de aprendizaje. Y luego vinieron los libros, comenta, «y el conocimiento de personas que fueron decisivas en su vida, además de su familia y la Plaza del Puerto, fundamentalmente Domingo Pérez Minik y Emilio Lledó».
El periodista tinerfeño además de contar ese crecimiento personal y profesional desde que empezó a leer, explicará la relación con los 10 autores que más le han marcado. Oyendo a los otros, con la ayuda de CajaCanarias, cuenta también en forma de exposición su relación con autores de los que he sido amigo o editor, desde Cortázar, Onetti, hasta Minik o Lledó. En cada vitrina hay un texto suyo en el que desvela lo más sobresaliente de esa relación que nació de los libros.