Presentación del libro «Sesenta años de historias»,por Salvador García Llanos.

EL ESPECTADOR EMPEDERNIDO

Salvador García Llanos

 Alguien podrá pensar que meter o condensar sesenta años de historias en cuatrocientas treinta y seis páginas es, cuando menos, una osadía. Pero no: cuando en la introducción se descubre el propósito del autor y cuando se va desgranando la lectura de los ocho capítulos en ordenadas secuencias de décadas, es fácil colegir la intención de aportar una visión de la vida, de la realidad y de la propia personalidad con el afán de quien ha contemplado lo que ha acontecido sin indiferencia.

Han sido muchos años, en efecto, de Espectador privilegiado, pero no porque el adjetivo responda a posiciones físicas excepcionales o sobresalientes -el sustantivo es el seudónimo con el que ha escrito centenares de entradas- sino porque su interpretación de los hechos y los personajes ha propiciado un registro original que fue labrándose con cierta vocación de perdurabilidad.

Y así, “a partir de una extensa toma de datos entresacados en su mayoría de diarios personales y de recortes de prensa a lo largo y ancho de seis décadas”, las que van desde 1950 a 2010, por lo tanto con un cruce de siglos, Evaristo Fuentes construye una narración que, como él mismo señala, tiene mucho de miscelánea, aceptada ésta como una obra o escrito en que se tratan muchas materias mezcladas e inconexas.

Veamos algunos ejemplos de lo que ocurría en esta misma fecha o a lo largo del mes de noviembre de hace años.

La muerte del general Franco, en 1975. El autor consigna, sin más, el fallecimiento pero reproduce la primera página del periódico El Día que entonces costaba ocho pesetas. “Franco, dolor de España”, “La capilla ardiente, actualmente en El Pardo, se traslada hoy al Palacio de Oriente”, “Muestras de pesar desde todo los países del mundo”, son los titulares de esa primera que culmina con un recuadro al pie, “En Canarias. Encuesta de urgencia de El Día. Hablan las primeras autoridades de la región y provincias”.

Dos años después, en 1977, explosionaron artefactos en distintos puntos de la isla. Fueron tiempos convulsos, con intensa actividad del MPAIAC de Antonio Cubillo. En la relación cronológica de este libro, se citan las explosiones registradas en la antigua oficina de turismo de la plaza de la Iglesia, en las proximidades del hotel Valle Mar, en la avenida de Colón, y en el exterior del hotel Botánico.

En 1973, el martes 13 de noviembre, hubo elecciones municipales en la todavía España franquista. Evaristo Fuentes, con respecto a las de La Orotava, señala que “del equipo de concejales que quería el alcalde Juan Antonio Jiménez (Mesa Bravo, Manolo Rodríguez Mesa e Isabelino Martín Pérez) salió solamente uno, Mesa Bravo. Pero los otros dos saldrían de todos modos, por el tercio de entidades culturales”.

Cita también lo ocurrido en el Puerto de la Cruz, donde “hay dos bandos bien diferenciados, y al decir de la calle, se establece una “lucha a muerte” (entre comillas) entre Isidoro Luz Carpenter y Felipe Machado González de Chaves”.

En noviembre de 1974, anota el autor, “se dan cifras esperanzadoras acerca del aeropuerto de Tenerife, Los Rodeos: casi dos millones de pasajeros en 1973 a pesar de sus precarias condiciones atmosféricas. Ocupa el sexto lugar, después de Madrid, Palma de Mallorca, Barcelona, Las Palmas y Málaga”. Fue el mismo año, siempre según apuntes del autor, en que “hay una avalancha de turismo peninsular”.

Si retrocedemos un poco, en noviembre de 1971, “se sigue viendo la erupción del volcán Teneguía desde Tenerife por las noches. El volcán se llamó, en principio, de San Evaristo, mi santo tocayo”.

En 1973, falleció Juan Pérez Delgado Nijota, quien “llenó con sus versos festivos, durante décadas, los periódicos tinerfeños, siempre con un gracejo innato, siempre solapadamente crítico, comedido, pero a veces mordaz con la vida y la sociedad estructurada y cambiante de cada momento”, escribe Fuentes.

Siempre atento al hecho cultural, reseña que en noviembre de 1986, el gran Ray Charles ofrece un concierto en el pabellón Ríos Tejera de La Laguna. Y no deja atrás la actuación del grupo Les Luthiers en el pabellón de Tomé Cano, en la capital tinerfeña, en ese mismo mes del año 2002.

Y para concluir estas citas, deja constancia de que un 23 de noviembre de 1990 dimite Margaret Thatcher.

Por tanto, aquí hay una cualidad destacada: la constancia, ese afán de recortar, coleccionar, anotar sobre publicaciones; y de emitir opinión sobre algo que presenció en primera persona, ya fuera en el lugar de los hechos o en la conexión mediática. El autor ha ido apuntando lo que se le ocurría y ahora desvela; en algunos casos, ha ido publicando sus impresiones en la prensa diaria que ahora sistematiza con criterios bastante sencillos. La selección de asuntos es también un ejercicio meritorio. Recoge pues los frutos de un tesón respetable y los reúne en un volumen que es su vida misma, la que cultivó fijándose en todo, como para que nada humano le fuera ajeno, como aquella frase de Publio Terencio, una cita que ha quedado para la posteridad como una justificación de lo que ha de ser el comportamiento humano.

La lectura de las páginas de esta cronología comentada de noticias (Sesenta años de historias) refrescará avatares y permitirá traslucir pensamientos que el autor no quiso que durmieran el sueño de los justos. Lo escribimos en el prólogo: Evaristo Fuentes ha sido un Espectador dinámico y sensitivo, alguien que ha contemplado y seguido los hechos o los acontecimientos sin indiferencia. Los contenidos de su libro son sus pulsaciones mismas, “escritas -la inmensa mayoría- sin dejar correr la pluma, porque la contemplación activa debe inspirar siempre una reflexión”.

Lo que tienen estas obras retrospectivas es que los lectores, además de refrescar la memoria, van descubriendo o evocando. Por ejemplo, los tratamientos periodísticos de una época. O los perfiles de los personajes que fueron noticia.

¿Qué le sugirieron a Evaristo Fuentes? La respuesta está en las páginas de sus historias, en la fértil memoria de la que hace gala, en su experiencia sensorial visual, desnudada cuando toca escribir de su gran pasión, el cine; o cuando transcribe en tercera persona la otra cara del fenómeno turístico. La política, la docencia, los intríngulis de las infraestructuras, la religión, sucesos y deportes, como si de secciones de un imaginario diario se tratase, van sucediéndose con el ánimo paciente de espectador empedernido de todas esas materias.

La vida, la memoria, las apreciaciones y las reflexiones se funden en esta obra que discurre en insospechados paisajes (“un gráfico de círculos concéntricos”, escribe Fuentes), donde se adivina un dionisíaco afán por plasmar ideas y sensaciones que va entrelazando con soltura hasta convertirlo en un ejercicio de divertimento.

Las páginas de Sesenta años de historias no son volanderas. Entrañan la perseverancia de quien supo guardar o conservar para luego disponer de una privilegiada perspectiva desde la que ha proporcionado la necesaria consistencia con la que conocer y entender mejor seis décadas de nuestro tiempo.

El Espectador Evaristo Fuentes, en fin, puede sentirse satisfecho. Su libro servirá hasta de consulta pues se trata de una aportación bibliográfica que llena huecos historicistas. Es su notable valor.

VI JORNADAS DEL IEHC DE JÓVENES INVESTIGADORES Y CREADORES

Abierto el plazo para participar en las VIAS JORNADAS DEL IEHC DE JÓVENES INVESTIGADORES Y CREADORES

Los invitamos a enviar sus propuestas para participar en nuestras VIAS JORNADAS DEL IEHC DE JÓVENES INVESTIGADORES Y CREADORES, que tendrán lugar a lo largo del mes de abril de 2015. Nuestras áreas temáticas serán las siguientes:

INVESTIGACIÓN

Las ponencias deberán ser originales y estar relacionadas con el ámbito de las ARTES, las HUMANIDADES y las CIENCIAS SOCIALES. Aunque la temática será libre, se primarán aquellos trabajos que, desde una perspectiva crítica e intercultural, contribuyan a avanzar en el conocimiento de nuestro mundo contemporáneo.

Los días en que intervenga más de un ponente, la duración de las ponencias será de 30 minutos por participante. Los días en que intervenga un único ponente, la duración máxima de la ponencia será de 1 hora de duración.

Aquellos que lo deseen podrán adaptar sus trabajos para su publicación, cumpliendo todas y cada una de las normas que se indicarán en su momento.

CREACIÓN

También podrán enviarnos propuestas relacionadas con la creación: 1.- Recitales literarios; 2.- Presentaciones de nuevos libros y revistas; 3.-  Exposiciones de arte (pintura, fotografía…); 4.- Pequeñas actuaciones musicales y teatrales; 5.- Proyecciones cinematográficas (cortometrajes…), etcétera.

EMPRENDIMIENTO

Dedicaremos espacio a aquellos jóvenes que, vocacionalmente o como salida a la crisis y a la debacle del empleo público, han creado su propia empresa individual o colectiva. El objetivo es que, mediante charlas, compartan sus inquietudes, promocionen su actividad y animen a otros jóvenes a emprender. Se primarán aquellas presentaciones de iniciativas vinculadas con el progreso social y cultural de nuestras islas.

14 DE ABRIL

 Tal y como se hizo en las Jornadas anteriores, se recibirán propuestas relacionadas con el aniversario de la IIª República: ponencias, exposiciones, etcétera.

Información general:

Les adjuntamos el formulario en formato Word que deberán rellenar y reenviarnos a nexo.iehcan@gmail.com antes del 1 de febrero de 2015 para poder participar en nuestras VIAS JORNADAS DEL IEHC DE JÓVENES INVESTIGADORES Y CREADORES. La inscripción es gratuita.

Formulario. VI Jornadas SEJIC (2015)

El IEHCAN mira a América

El IEHCAN mira a América

El Día

27/oct/14 01:42

Edición impresa

Carmen de la Guardia Herrero y Félix Rodríguez Mendoza inauguran hoy la XX Semana de Historia de América.

El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias inaugura hoy, a partir de las 19:00 horas, la XX Semana de Historia de América, un ciclo que está dedicado al estudio del patrimonio y la huella cultural desarrollada por los canarios y, en particular, por los de Tenerife, la isla migratoria por antonomasia, en el Nuevo Mundo.

A lo largo de cinco siglos los canarios han sido forjadores de diferentes territorios del continente americano, especialmente en el mundo caribeño, donde la extinción de la población aborigen hizo que numerosos pueblos fueran refundados por los canarios. Aportaron a ellos numerosos aspectos de su vida socio-cultural y de su cotidianedad, tales como la trama urbanística, la introducción de nuevos cultivos, animales y plantas, el habla, el folclore, el mundo mágico, las fiestas, la literatura, el patrimonio histórico- artístico, la artesanía e, incluso la genética.

En estas jornadas, en las que a lo largo de los años diferentes profesores de las universidades canarias y peninsulares han expuesto diferentes aspectos del impacto sociocultural y patrimonial de los canarios en el Nuevo Mundo. La XX Semana de Historia de América se inicia esta tarde con una conferencia que tiene como título «El exilio español en América», que se será impartida por Carmen de la Guardia Herrero, profesora titular de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid. A continuación, a las 20:15 horas, Félix Rodríguez Mendoza, doctor en historia de la ULL hablará de «El exilio canario en América».

Fallece Marcos Brito Gutiérrez, alcalde de Puerto de la Cruz (DEP)

Fallece Marcos Brito Gutiérrez, alcalde de Puerto de la Cruz (DEP)

Fallece hoy Marcos Brito Gutiérrez, alcalde de nuestro municipio de Puerto de la Cruz. Uno de nuestro socios más antiguos y apreciado. Vaya desde aquí nuestro más sentido pésame a familiares, amigos y compañeros de corporación. DEP.

Fallece Marcos Brito, alcalde de Puerto de la Cruz

El regidor fue encontrado por su jefe de prensa y por el responsable de protocolo, quienes se desplazaron a su casa al no acudir a una cita que tenía a las 09.00 horas

Laopinion.Es 16.10.2014 | 11:26

Marcos Brito.

Marcos Brito. Carsten W. Lauritsen

El alcalde de Puerto de la Cruz, Marcos Brito, ha fallecido como consecuencia de un infarto. Según ha podido saber La Opinión de Tenerife,el cuerpo sin vida del regidor fue encontrado en torno a las 09.30 horas de este jueves 16 de octubre en su vivienda de Puerto de la Cruz, en Tenerife.

Brito, de 72 años, falleció de muerte natural durante la noche en su domicilio, en el que vivía solo, informaron fuentes municipales.

El cuerpo del alcalde fue encontrado por su jefe de prensa y por el responsable de protocolo, quienes se desplazaron a su casa en Residencial San Nicolás al no acudir a una cita que tenía a las 09.00 horas ni responder al teléfono.

Marcos Brito, de Coalición Canaria, ha ostentado la Alcaldía del municipio turístico en diferentes mandatos y en la primera ocasión fue en la etapa 1995-1999, tras derrotar en una moción de censura al socialista Salvador García, que sería reelegido alcalde en las posteriores elecciones locales.

Brito accedió de nuevo a la Alcaldía en 2003 con el apoyo del PP, que rompió el pacto al año siguiente, aunque los nacionalistas siguieron gobernando con el respaldo de un edil popular. En 2007 la socialista Dolores Padrón logró la Alcaldía también en pacto con el PP, en un acuerdo que duró hasta octubre de 2009, cuando prosperó una moción de censura entre populares y nacionalistas que llevó de nuevo a Brito a ostentar el cargo de primer edil, lo que revalidó en los comicios de 2011.

‘Un sabio en la isla’, por Juan Cruz Ruiz

CRÓNICAS JUAN CRUZ RUIZ

Un sabio en la isla

Es fácil ser groupie de José Álvarez Junco, el historiador que inauguró ayer el curso del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias en el Puerto de la Cruz. Es fácil porque siendo quizá el más importante de los académicos españoles, y por tanto un hombre capaz de analizar qué pasó para intuir qué peligros vivimos, resulta un hombre de trato inmediato y sensible. No es, repito, alguien distante y cerebral, incapaz de someterse a las preguntas de los ignorantes con la arrogancia de los que impostan la voz para parecer más sabios.

Es un sabio, punto. Su libro «Mater Dolorosa», que fue premio nacional de Ensayo, es un monumento entre los estudios dedicados al nacimiento y al desarrollo del nacionalismo español; su trabajo sobre Lerroux desvela la forma en que este destacado periodista fanfarrón cubrió gran parte de la vida política española hasta la República; sus contribuciones a la historiografía española son producto de la pasión de su curiosidad. Es una suerte que el Instituto de Estudios Hispánicos lo haya traído a mi pueblo cuando mucho de lo que sucede (y de lo que va a suceder) circula en torno a lo que él sabe más: la historia de los nacionalismos, lo que éstos suponen en la vida española hasta el momento y lo que será de nosotros si no somos capaces de prever sucesos futuros anclando nuestras reflexiones en lo que ya nos pasó.

Como groupie suyo que soy estuve en su última clase como catedrático titular en la Complutense; allí estaba rodeado de jóvenes alumnos que preparaban sus tesis doctorales; era su última clase, antes del verano. Había quince personas, más o menos: peruanos, chinos, vietnamitas, alemanes… Gente muy diversa tratando de entender nuestra propia historia y las historias del siglo XX, desde el nazismo y el fascismo a los comunismos. Antes había almorzado como un monje tibetano rodeado de nuevos y viejos alumnos, o profesores como él; después se volvió a su despacho espartano, como los de los profesores universitarios, y siguió estudiando para explicar como emérito a los que vendrán en su busca. Y vienen muchos en su busca.

En esa tarea de seguirle he estado en su casa, entrevistándolo; es una casa solariega a las afueras de Madrid; la descubrió cuando era un joven profesor que provenía de algunos de sus cursos en Estados Unidos o en Inglaterra; en estos países aprendió, hablando con otros ciudadanos, algunas asignaturas de la política cotidiana. Entre ellas, la del respeto a lo que piensa el otro olvidando una de las lacras principales del pensamiento fascista (que aún nos domina, según él, como herencia del fascismo). Esa lacra es el dogma, la creencia de que aquello que proclamamos y defendemos es la única certeza posible. Pues en esa casa donde le he escuchado reflexionar sobre esas cosas hay árboles que él plantó (cuyos frutos recoge: recogiéndolos por poco se nos mata un día), muros que hizo con sus propias manos, césped que pule como si pintara un cuadro, y nietos que pasean escuchando cómo les cuenta Las mil noches y una noche…

No llega a ser un sabio despistado (aunque para venir a Tenerife, el viernes, llegó cuando ya su avión se había despedido), pero es un sabio, de estos personajes que había que tener en cuenta cada vez que nos llenan la cabeza de teorías indudables. El otro día estuve escuchándolo hablar con su colega (y amigo) Santos Juliá en la Fundación March de Madrid. Santos decía que todo lo que había investigado Junco provenía de lo que el historiador se pregunta sobre el porvenir a partir de lo que ya sucedió. Junco lo explicó: en efecto es así; él llegó a Lerroux tratando de saber por qué aquel caudillo estrafalario alcanzó, desde el populismo, tanto poder; por qué el catolicismo se impuso de tal manera entre nosotros; por qué la guerra civil…

De esas preguntas se ha hecho su conocimiento. Y aún más atrás: de lo que vivió en su juventud (finales de los años 50) nace su curiosidad. Salió al extranjero, con una beca. Leyendo el libro de Gerald Brenan («El laberinto español») supo que en España hubo un importante movimiento anarquista; por una compañera de las primeras clases supo qué era un exiliado, por las mismas circunstancias se enteró de las particularidades del asesinato de Lorca… Esas informaciones fragmentarias sobre el pasado más peligroso de la vida española reciente y la benevolencia intelectual de dos profesores que provenían de la Falange y del régimen (José Antonio Maravall, Luis Díez del Corral) le permitieron indagar más en esas incertidumbres.

Sus reflexiones sobre el Estado (y los peligros que contrae su descrédito y su desmembración), la importancia de la educación laica en la construcción de un país mejor, y otras áreas de su manera de pensar y de trasladar a la escritura su pensamiento lo han convertido en un intelectual riguroso que más de una vez nos ha alertado contra las tentaciones de repetir malas historias por no conocer bien la historia.

En fin, me alegro que haya venido Junco a la isla, y que aquí haya dejado estela de su sabiduría.